Un bulldozer es un tipo de máquina montada sobre orugas equipada con una pieza en la parte delantera para el empuje de materiales. El hecho que esté montado sobre orugas en lugar de ruedas, implica que ejerce una menor presión sobre el piso, y por lo tanto tiene una mayor capacidad para desplazarse en caminos con obstáculos donde otros vehículos convencionales están incapacitados de hacerlo.
La historia de los primeros bulldozers comienza con adaptaciones a partir de tractores ocupados para el arado de los campos. Con el fin de realizar movimientos de tierra, los tractores estaban equipados con una larga y fina placa metálica en el frente. Esta pieza metálica es usada para poder desplazar el material a remover hacia un lugar determinado. Diferentes tipos de placas metálicas han sido desarrolladas; por ejemplo las empleadas para la minería tienen una determinada forma, mientras que las ocupadas en la industria forestal para remover troncos tienen otra forma, de manera tal, de poder cumplir de una manera óptima con los desafíos orientados a los objetivos estratégicos de cada industria en particular. Es en el año 1929 cuando se empezó a fabricar el primer modelo de bulldozer, en donde el conductor iba sentado en la parte de arriba sin una cabina cerrada que lo protegiera. A través de los años distintas firmas tales como Komatsu, John Deere, International Harvester, CAT, y Fiat-Allis, entre otras, empezaron a fabricar en forma masiva estos tipos de máquinas, los cuales eran largos, ruidosos, y poderosos, razón por la cual recibieron el apodo de "bulldozers". Posteriormente, el bulldozer empezó a crecer en cuanto a sofisticación, haciéndose más grande y con mayor capacidad de remoción de material. Es así como el modelo Caterpillar D9, usado hoy en día, puede remover más de 70 toneladas.
Las principales piezas de un bulldozer, es la placa metálica (aspecto que se señaló en los párrafos anteriores) y el rompedor del cual se hablará a continuación. El rompedor es un dispositivo ubicado en la parte trasera de la máquina, el cuál está hecho con una aleación de acero y tungsteno. El rompedor se usa para poder romper estructuras y rocas presentes en el terreno, transformándolas en materiales de menor tamaño. Esta acción permite que el posterior transporte de material se haga de una manera fácil y eficiente.
Hoy en día, el bulldozer se aplica en numerosas áreas, tales como la construcción, la minería, los proyectos para la construcción de caminos y accesos, e incluso tiene un uso en la fuerza militar. Con respecto a esta última aplicación, las fuerzas de defensa israelíes ocupan un modelo especialmente diseñado para detonar cargas de explosivos y para la demolición de estructuras bajo fuego. En minería por otra parte, el bulldozer se ha hecho indispensable para poder operar las minas a tajo abierto, ya que es fundamental implementarlo para la construcción de caminos y accesos, antes que se desarrollen los procesos de perforación y tronadura, así como el posterior arranque y transporte de material.
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